miércoles, 28 de mayo de 2014

Sin título

- No ir a ningún lugar. Quedarme acá. ¿Para siempre?
- Si, para siempre. 
- Joder no. No pienso quedarme acá, quiero irme lejos, ser independiente y empezar de nuevo.
- Para eso tendrías que cambiar tu actitud. No puedes cocinarte, no puedes lavar y ni siquiera eres capaz de mantener tu habitación ordenada por un día. Eres un desastre.
- Puedo cambiar, puedo intentarlo. Creceré, madurare y cambiare. Sólo déjame ir.
- Demuéstramelo. ¿Crees que seas capaz de hacer un cambio ahora? Preocuparte por algo... ¿Tus estudios quizás?
- ¡El colegio no es para mi! Ni la universidad. Debo ser libre, poder expresarme, demostrar mi arte... No necesito el colegio para eso.
- Estupideces... ¿Qué arte?
- Bueno... No lo se aún, en algo tendré que ser útil.
- Pero si no te gusta nada. Eres patética. No puedes hacer nada bien porque la flojera te vence, y siempre te vencerá si sigues así.
- ¡En algo tengo que ser buena!
- Bueno, sigue engañandote a ti misma, no llegarás a ningún lugar así. 
- En algo tengo que ser buena... Debe haber algo, ¡tiene que haber algo!
 

Los odio

 Los odio muchísimo. No puedo evitarlo, simplemente los odio y siento el sentimiento, y me enojo y dan ganas de golpear a alguien o algo, y de tomar una pistola, acercarla a mi sien y apretar el gatillo.

martes, 27 de mayo de 2014

De noche...

Garganta cerrada, oídos tapados, voz nasal, falta de sueño, bolsas de ojera, ojos rojos. Mi autoestima es sorprendente.

¿Asesinarlos a todos, o simplemente suicidarme?

De verdad que no se cuál hacer. ¿Sería capaz de matarlos? Me aterra pensar que si, probablemente no podría. Pero y ¿suicidarme? Tampoco me siento capaz, por la curiosidad de ver lo que me queda por vivir y por el miedo de ver lo que podría perder al no vivir. 
La muerte me parece curiosamente aterradora, me gustaría experimentarla pero me aterra que sea peor que la vida, probablemente sea peor que la vida y por eso la gente le teme, o quizás sea ese utópico paraíso del que mi madre siempre ha parloteado, aunque lo dudo. Probablemente no sea nada y simplemente dejemos de existir... Aún así me parece curioso.
La vida también es curiosa, quizás no tenga que decidir nada y simplemente dejar que el destino haga lo suyo y me deje en el lugar en el que pertenezco sea así la vida, la muerte o otro desconocido lugar lleno de gente curiosa.

lunes, 26 de mayo de 2014

Una tenue luz en la oscuridad.

 Eso era lo que él sentía cuando la miraba. Sentía tristeza, curiosidad y sobretodo unas inmensas ganas de verla sonreír. Quería ser capaz de hacerla feliz, pero ni siquiera era capaz de acercarse e intentarlo. Así qué resignado volteó la cabeza, alejo todo pensamiento sobre ella y jamás se permitió mirarla otra vez.